Con el calor del verano no sólo salen las cucarachas corriendo por  nuestras calles. En Madrid también va a aparecer en escena el sumo  sacerdote de eso que llaman cristianismo romano o catolicismo. Con ésta  visita alcanzamos el dudoso honor de ser el país más visitado por  Ratzinger de toda la cristiandad, a pesar de que la última vez en  Compostela y Barcelona no todo fueron palmas y ramas de olivo (http://ateos.org/?p=507).  En la ciudad condal concretamente, fue curioso contemplar cómo a  escasos metros de las manifestaciones de repulsa a su figura, vimos  avanzar al papamóvil a tal velocidad que algunos/as no sabían si era  Ratzinger o estaban rodando un remake de “La Cabina” de Jose Luis López  Vázquez. No en vano este señor ya preconizó volando entre las dos  ciudades que una ola de “laicismo agresivo”, similar a la de los años  treinta, invadía España. Y se quedó tan ancho. Se refería a la época en  que se les arrebató el monopolio educativo y sanitario, se legalizó el  divorcio, se organizaron cementerios civiles, etc., mientras ellos  hacían llamamientos a sus fieles para reinstaurar la monarquía,  financiaban a los grupos fascistas que atacaban a los/as obreros/as  organizados/as,  y destinaban mucho dinero también a la causa de  determinados militares que después organizarían el golpe  contrarrevolucionario. Pero todavía se sorprenden hipócritamente de la  agresividad de la clase trabajadora de entonces hacia ellos.
Aunque lamentablemente esta sociedad no tiene el nivel de conciencia  de la de entonces (que no se preocupe Ratzinger, al menos de momento),  hemos podido escuchar un grito desde hace meses en multitud de  manifestaciones y actos públicos por Madrid, de boca de una compañera: ¡Cuidado con la carteras, que viene el Papa!  Exacto. Los/as católicos/as organizadores han declarado unos gastos  para las Jornadas Mundiales de la Juventud de 50 millones de euros. A  pesar de lo asombroso de la cifra en estos tiempos que corren, repiten  hasta la saciedad que no se va a poner un sólo euro de dinero público,  declaraciones que les han tenido que llevar directamente al  confesionario por mentirosos. Ellos lo saben. Saben que en la anterior  visita la Xunta de Galicia puso alrededor de 4 millones de euros para  los preparativos, y el ayuntamiento de Barcelona declaró haber gastado  otro milloncejo. Esto al margen del ingente despliegue policial que  incluso mantuvo una zona de intervención de las comunicaciones en la que  ni los móviles ni internet funcionaban. 
En el caso de Madrid, y viendo los precedentes, el Ayuntamiento no ha querido dar cifras del gasto municipal. Aseguran que tendrá un “coste cero”, pero en palabras del jefe de los organizadores del asalto, “esto no significa que no haya gasto municipal”, para luego afirmar que “los presupuestos de la ciudad contemplan la celebración de grandes eventos”.  También dicen que del gasto municipal obtendrán pingües beneficios.  Pero habría que preguntarse ¿quién los obtendrá?  Porque no sólo se  trata del ingente despliegue policial en furgoneta, rocín o helicóptero,  la ocupación de Cibeles y el desalojo de Sol, sino que se ponen a su  disposición 700 centros públicos para el alojamiento de sus  participantes. Por ejemplo, ¿Quién paga la luz y el agua? Pero el colmo  ha sido enterarnos de que van a cobrar a los/as participantes por la  utilización de esos espacios públicos cedidos gratuitamente. Esto sí es  piratería y no lo de los manteros. Habría que preguntarse si el silencio  institucional al respecto sería el mismo en caso de haberlo hecho otro  tipo de organización.
Y por si no fuese suficiente, de las arcas de la Comunidad van a  destinar 200.000 euros a pagar horas extras a aquellos/as  trabajadores/as de Metro que así lo deseen. Sería solamente un chiste de  mal gusto si estos/as mismos/as trabajadores/as no estuviesen todavía  en los tribunales denunciados/as como consecuencia de la huelga que el  ayuntamiento consideró “salvaje” hace unos meses. En ella se reclamaba  una subida salarial de acuerdo con el IPC a lo que la Comunidad de  Madrid se opuso limpiándose el culo con el convenio colectivo firmado  bajo el pretexto de que no había dinero porque estamos en crisis. Como  decimos no es un chiste, es un insulto por parte de unas autoridades que  son los que verdaderamente se merecen el calificativo de salvajes.
Pero habría que añadir: ¡Cuidado con las conciencias, que viene el Papa!  Porque volveremos a escuchar al portavoz de esta secta religiosa hablar  de resignación, de humillación y de obediencia ciega. Nos empujará de  nuevo a la sumisión hacia aquellos poderes que están haciendo de la idea  de que estamos ahora en crisis un bonito negocio particular. La clase  trabajadora ha estado permanentemente en crisis, y permanentemente la  clase política y empresarial han aumentado sus beneficios en la misma  proporción que recortaban nuestros derechos. Los beneficios de las  principales empresas del IBEX aumentaron casi un 25% el año pasado  respecto al anterior. Sólo 5 de ellas alcanzan más de 31.000 millones de  euros de beneficios. Algunas de estas empresas promocionan los fastos  de la visita. Mientras esto sucede hay que recordar a la Iglesia  encíclicas pontificias como la Quanta Cura de Leon XIII o la Rerum Novarum de Pío IX, alias “el Infalible”, que sacralizan la unión entre la Iglesia y el Imperio (“[...] que siempre fue tan provechosa así a la Iglesia como al mismo Estado”,  palabra de dios, ...), condenan la libertad religiosa (sí, sí, como lo  oyen), presentan la sociedad clasista como algo natural y dan categoría  sagrada a la propiedad privada. Porque aunque fueron promulgadas a  finales del siglo XIX, para la iglesia siguen plenamente vigentes por el  carácter de teleoperador divino que posee Ratzinger (tiene línea  directa con dios). Y todavía hay que aguantar que a ésta última la  llamen “la primera Encíclica Social” porque dicen que se ocupa  de los/as pobres. Efectivamente, de que sigan siéndolo, y con ello el  círculo se cierra: Capital-Religión-Estado.
La visita se enmarca además en el intento de reescribir la Historia y  ampliar su influencia, algo que la Iglesia realiza constantemente como  cualquier religión proselitista. Ya sufrimos la vergüenza de las  beatificaciones y canonizaciones de los que llamaron “Mártires” de  aquello que otros de los suyos llamaron “Santa Cruzada” y que cualquier  historiador/a que se precie de serlo calificará de escabechina  contrarrevolucionaria y exterminio de conciencias sociales: 1936-1976.  Ahora vendrá de nuevo a hablar a sus fieles de ese “laicismo agresivo” y  de su condición de víctima por los ataques al cristianismo (ya  presentaron 150 denuncias por “persecución religiosa” en mayo  ante las Naciones Unidas, nada menos). No en vano, en junio de este año  Ratzinger ha estado visitando Croacia alabando su acercamiento a la  Unión Europea tan querido por dios y por los alemanes Hitler, Kohl,  Schröeder y ahora Merkel. En este lugar no ha tenido empacho en prometer  impulsar la canonización del cardenal Stepinac al que también pintan  como “mártir del comunismo”. Este arzobispo, nombrado cardenal en  prisión, fue uno de los fervientes impulsores del régimen  colaboracionista nazi que fue el “Estado Independiente de Croacia”,  bajo la dirección de Ante Pavelic, y se le puede ver en numerosas  fotografías en actos públicos junto a jerarcas Ustasha (fascistas  croatas), junto al propio Pavelic e incluso con oficiales del Reich  alemán. A pesar de ello sólo pasó 5 años en prisión. De esto no habla  Ratzinger, como tampoco de Ante Pavelic, aunque fuera evadido por la  Iglesia Católica hacia Argentina a pesar de su condición de criminal de  guerra y enterrado en el cementerio de San Isidro en Madrid tras su  muerte en 1959. Ignoramos si dentro de los actos hay una visita para  ponerle una corona de flores a quien fue tan convincente en la  conversión de ortodoxos al catolicismo (840.000 muertos).
Con todo esto sólo pretendemos mostrar un grano de arena de lo que  ha sido y es esta Iglesia y por lo que la CNT, y en general todo el  movimiento libertario siempre ha reconocido en ella, como en toda  religión organizada, un enemigo de primer orden. Por ello la  Confederación manifiesta su más enérgica repulsa hacia la visita de  Ratzinger, como autoridad de la Institución que representa.
Ni dios ni amo.
Secretaría de Acción Social
Secretariado Permanente del Comité Confederal-CNT
