Los distintos sindicatos y colectivos sociales que actualmente integramos el Bloque Combativo y de Clase, manifestamos que:
- Las organizaciones sindicales deben estar sólo al servicio de
los/as trabajadores/as (en activo, parados/as, precarios/as,
estudiantes, jubilados/as...), de sus intereses como clase social y
actuando al margen de favores económicos y de injerencias políticas
ajenas al mundo del trabajo. Su ámbito de lucha y lugar natural de
acción está en el plano económico, en los tajos, enfrentándose a la
precariedad, el paro, la pérdida de derechos laborales, oponiéndose al
empeoramiento de las condiciones de vida de los/as trabajadores/as.
- Entendiendo que las personas no somos meras
productoras-consumidoras, debemos solidarizarnos y confluir en las
luchas con los movimientos sociales que defiendan todo aquello que nos
es necesario y común como clase: sanidad, educación, servicios sociales,
protección del medio ambiente, derecho a la vivienda, al aborto libre y
gratuito... y construir así una corriente de apoyo mutuo en la
contestación social.
- Los servicios públicos y sociales no son una donación caritativa
sino el fruto de lo obtenido a consecuencia de las luchas de los/as
trabajadores/as que nos precedieron. Son conquistas de la clase obrera a
las que no podemos renunciar. Tenemos que preservar y fortalecer estos
derechos y reclamar nuestra participación en su gestión como
trabajadores/as y usuarios/as.
- Defendemos el concepto de sindicato como herramienta de lucha
colectiva imprescindible contra el capitalismo. Denunciamos y nos
oponemos a la actuación y el papel del sindicalismo oficial, y a la
falsa representación que se otorgan de todos los/as trabajadores/as. Su
propia trayectoria, actuaciones y comportamientos hablan por sí mismos.
El descrédito del sindicalismo, la baja sindicación de los/as
trabajadores/as y la pérdida de la conciencia de clase es su único logro
en más de tres décadas, entre otros motivos a causa de su insultante
nivel de corrupción y clientelismo.
- Es necesario recuperar los valores y el orgullo de pertenecer a la
clase obrera. Somos mayoría. Sin nosotros/as nada es posible. Debemos
construir y reforzar todas las herramientas encaminadas al reparto
equitativo de la riqueza entre todas las personas, exigir respeto y
derechos, y organizarnos para oponernos a las agresiones laborales y
sociales que está llevando a cabo la clase empresarial y política al
unísono para aumentar y defender sus beneficios y privilegios, a costa
de nuestros sacrificios y del futuro de las siguientes generaciones.
- La clase trabajadora sufre desahucios mientras es obligada a
financiar obras faraónicas, útiles sólo para llenar los bolsillos de
políticos, empresarios y banqueros; allá donde les interesa destruyen el
tejido productivo y el empleo, y nos encaminan hacia una crisis no sólo
económica, sino energética y de recursos.
- Reivindicamos la huelga general como la mayor herramienta de lucha
en manos de los trabajadores. Afirmamos su efectividad y vigencia, así
como la necesidad de articularla fuera de los viejos parámetros de la
fábrica o el taller. Huelga general de la producción sí, pero también de
consumo y social, de 48 horas o las que sean necesarias. No queremos
otro paro general de 24 horas de cara a la galería que contribuya a
provocar más frustración y desmovilización entre los/as trabajadores/as.
- Trabajaremos conjuntamente para intentar construir una huelga real
desde abajo, con los/as trabajadores/as, junto a los movimientos
sociales. Queremos contar con todos aquellos que quieran construirla al
margen del sindicalismo oficial.
- Promoveremos una huelga general al margen de pretextos como la
presentación de los presupuestos del estado o los calendarios
electorales, para evitar injerencias de partidos políticos. Éstos
siempre pueden secundar y apoyar la huelga, pero no utilizarla para sus
propios intereses.
- Los abusos que sufrimos día a día en los puestos de trabajo, la
precariedad, el paro, las reformas laborales, la pérdida de poder
adquisitivo y el empeoramiento de las condiciones de vida, junto a la
actitud cada vez más despótica y prepotente de la patronal, constituyen
por sí solas razones sobradas no para una huelga, sino para unas
cuantas.
- El actual nivel de represión por parte del estado hacia los
movimientos sociales y sindicales no es más que su respuesta natural en
defensa de los privilegios de las clases sociales a las que representa:
políticos/as, banqueros/as, empresarios/as...
- Rechazamos cualquier ley de huelga, porque su único objetivo real
es eliminar de facto este derecho, o como poco controlarlo y
criminalizarlo para anular la capacidad de impacto de una respuesta
obrera a sus ataques económicos y políticos contra los/as
trabajadores/as.
- Defendemos los piquetes, el boicot y cualquier mecanismo que
utilicen los/as trabajadores/as para defender sus legítimos intereses.
- Denunciamos el falso discurso del derecho al trabajo cuando sólo se
utiliza y abandera si existe una convocatoria de huelga, convirtiéndose
en papel mojado dicho derecho el resto del tiempo. Derecho al trabajo
sí, pero digno, para todos/as, y todos los días. Basta de manipulaciones
que fomentan el esquirolaje, el miedo y la división entre la clase
trabajadora.
- Invitamos públicamente a sumarse a esta iniciativa de lucha a todas
aquellas organizaciones sindicales y movimientos sociales que compartan
los objetivos básicos enumerados en este manifiesto. Conscientes de que
todos somos necesarios y podemos aportar en este proceso de
contestación social y de construcción de una huelga general real.
Nos movilizamos por dignidad, porque se está demostrando que la lucha es el único camino.
¡Viva la lucha de la clase obrera! ¡Basta de represión!
¡Hacia la Huelga general!
ALTERNATIVA SINDICAL DE TRABAJADORES (AST)
BALADRE
CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO (CGT)
CONFEDERACIÓN NACIONAL DEL TRABAJO (CNT)
COMISIONES DE BASE (CO.BAS)
COORDINADORA SINDICAL DE CLASE (CSC)
INTERSINDICAL ARAGON (IA)
SINDICATO ASAMBLEARIO DE SANIDAD (SAS)
SOLIDARIDAD OBRERA (SO)