El pasado sábado realizamos una concentración convocada por CNT, a las puertas de la Subdelegación de Gobierno de Ávila, para exigir el cese de la persecución y hostigamiento político a los defensores de los derechos humanos en Ciudad Juárez.
En los últimos meses, México ha sido objeto de atención internacional, debido a un incremento desmedido en sus índices de violencia, provocados por las políticas de combate a las drogas emprendidas por el gobierno federal. La militarización del país desde el 2008 ha significado la reiterada violación a los derechos humanos, torturas, amenazas y una consecuente impunidad. La población se encuentra secuestrada en medio del campo de batalla de enfrentamientos armados por intereses económicos ilícitos, en el que las más de 30 000 víctimas han sido denominadas como “daños colaterales”. La estrategia del Estado para combatir la delincuencia organizada son las armas, mientras que los grandes capitales, empresas e instituciones constituidas con dinero del narcotráfico, jamás han sido desmanteladas por él. Por tal razón su política no sólo es fallida, sino además un evidente “terrorismo de Estado”.
En la concentración se han denunciado no sólo las condiciones de inseguridad y vulnerabilidad de la población en general, sino también la brutal represión y amenazas que recibieron el grupo de activistas “indignadxs” el pasado 1 de noviembre por elementos de la policía. Se denunció también el constante acoso y asesinato de lxs participantes de la lucha antimilitarista y de la lucha por la justicia, que se emprende en México: Marisela Escobedo, La familia Reyes Salazar, Carlos Sinuhé, Nepomuceno Moreno y muchas más víctimas.
Justo unas horas antes del acto convocado, Norma Andrade, una tenaz activista contra la violencia, fue víctima de la agresión armada, producto de un plan de atentado a su persona y no un asalto común, como falsamente han comunicado las autoridades y varios medios. En éstos momentos se espera su óptimo reestablecimiento, luego de su ingreso al hospital y se exigen garantías de protección hacia su persona.
Bajo los lemas “Juárez no es cuartel, fuera ejército de él”, “ni con balas ni metrallas, al pueblo se le calla”, “Estado terrorista que asesinas activistas” y “Estado español su colaborador”, lxs manifestantes expresamos nuestro total repudio a la mentirosa guerra contra el narcotráfico, a la militarización de México y a los abusos ejercidos contra lxs activistas defensores de derechos humanos. Reiteramos nuestra solidaridad y apoyo a las acciones que ahí se emprendan, nuestra constante difusión de las denuncias y el establecimiento de un lazo de unidad contra las fuerzas represivas del Estado.
No más sangre en Ciudad Juárez
Si tocan a unx, nos tocan a todxs.